Cada hombre es único, capaz de razonar y comprender sus actos y por tal motivo, responsable de sus decisiones, es también un ser relacional. En todo lo que somos esta contenida una relación con nuestros semejantes[1]
Habrá si, diferentes aptitudes y capacidades, pero nadie puede arrogarse superioridad sobre otro. Ninguna persona es más importante que otra.[2]
Es el hombre el que por su necesidad natural de relacionarse crea el derecho como un proyecto de armonía[3] y de organización de su vida en sociedad.
Las distintas formas de estado y de gobierno son estructuras, sistemas, creados por los hombres con el fin de organizar la convivencia,
Si bien la organización política es propia y necesaria de la condición humana, no así las formas que adopta esa organización que debe ser dinámica y adaptarse a las necesidades de la comunidad.
Se hace necesario replantearse si los sistemas actuales pueden ser pasibles de alguna mejora.
La Organización política del Estado, como sistema, debe ser un medio, una herramienta, para satisfacer la necesidad del hombre de vivir en sociedad y no un fin en si mismo, el fin ha de ser el bienestar general.
La democracia parece ser el sistema de gobierno que mas sirve a los intereses comunitarios pero habría que encontrar los remedios necesarios para sus dos principales males, la sobredimensión de las estructuras y el mal mayor, la corrupción,
Nunca un sistema puede ser más importante que las personas a las que sirve; los sistemas deben servir al bien común y por ende a la realización de los individuos y no al revés. Pero organizar un sistema eficiente y de bajo costo significa menos capital que manejar por el representante y entonces entra en juego la corrupción.
Una Posible solución podrá consistir en otorgar más participación directa del ciudadano en el control y en la toma de decisiones. No se trataría de volver a la democracia directa o de eliminar la representación sino de controlarla a fin que represente a la comunidad y no a sus propios intereses o los de un grupo en particular
Todas las personas son capaces de tomar decisiones, dentro de las capacidades técnicas, y de las limitaciones de la seguridad
No se necesita de una elite de Super-ciudadanos, autodenominados “la clase política” o “la clase dirigente”. En este contexto el representante seria el organizador y vocero de la voluntad popular.
Consejos locales, foros, y para un nivel mayor de participación la adecuación de los sistemas políticos al avance tecnológico imperante, podrían servir a este fin.
Tenemos la ventaja histórica de conocer en tiempo real los hechos ocurridos en todo el mundo, sistemas informáticos que permiten la participación inmediata en línea de todos, teléfonos, celulares, internet y esto recién comienza
Todos los avances tecnológicos pueden ser herramientas a utilizar a la hora de organizar políticamente a la comunidad, es hora de replantearse pues, algunas ideas, y buscar una forma de organización donde todos los individuos puedan ser oídos, donde todos, en mayor o menor medida puedan tomar decisiones, donde todos tengan la posibilidad de postularse a cargos públicos sin que sea necesario poseer un aparato partidista pertenecer a una elite, o a una oligarquía, o a una mafia, o a la corrupción lisa y llana.
[1] Maria G. Fouraux Ideas para una introducción al derecho Pag. 3
[2] “…no puede existir superioridad alguna por naturaleza entre hombres ya que todos ellos sobresalen igualmente por su dignidad natural” Encíclica Pacem in terris
[3] Maria G. Fouroux Ob Cit pag 22
Habrá si, diferentes aptitudes y capacidades, pero nadie puede arrogarse superioridad sobre otro. Ninguna persona es más importante que otra.[2]
Es el hombre el que por su necesidad natural de relacionarse crea el derecho como un proyecto de armonía[3] y de organización de su vida en sociedad.
Las distintas formas de estado y de gobierno son estructuras, sistemas, creados por los hombres con el fin de organizar la convivencia,
Si bien la organización política es propia y necesaria de la condición humana, no así las formas que adopta esa organización que debe ser dinámica y adaptarse a las necesidades de la comunidad.
Se hace necesario replantearse si los sistemas actuales pueden ser pasibles de alguna mejora.
La Organización política del Estado, como sistema, debe ser un medio, una herramienta, para satisfacer la necesidad del hombre de vivir en sociedad y no un fin en si mismo, el fin ha de ser el bienestar general.
La democracia parece ser el sistema de gobierno que mas sirve a los intereses comunitarios pero habría que encontrar los remedios necesarios para sus dos principales males, la sobredimensión de las estructuras y el mal mayor, la corrupción,
Nunca un sistema puede ser más importante que las personas a las que sirve; los sistemas deben servir al bien común y por ende a la realización de los individuos y no al revés. Pero organizar un sistema eficiente y de bajo costo significa menos capital que manejar por el representante y entonces entra en juego la corrupción.
Una Posible solución podrá consistir en otorgar más participación directa del ciudadano en el control y en la toma de decisiones. No se trataría de volver a la democracia directa o de eliminar la representación sino de controlarla a fin que represente a la comunidad y no a sus propios intereses o los de un grupo en particular
Todas las personas son capaces de tomar decisiones, dentro de las capacidades técnicas, y de las limitaciones de la seguridad
No se necesita de una elite de Super-ciudadanos, autodenominados “la clase política” o “la clase dirigente”. En este contexto el representante seria el organizador y vocero de la voluntad popular.
Consejos locales, foros, y para un nivel mayor de participación la adecuación de los sistemas políticos al avance tecnológico imperante, podrían servir a este fin.
Tenemos la ventaja histórica de conocer en tiempo real los hechos ocurridos en todo el mundo, sistemas informáticos que permiten la participación inmediata en línea de todos, teléfonos, celulares, internet y esto recién comienza
Todos los avances tecnológicos pueden ser herramientas a utilizar a la hora de organizar políticamente a la comunidad, es hora de replantearse pues, algunas ideas, y buscar una forma de organización donde todos los individuos puedan ser oídos, donde todos, en mayor o menor medida puedan tomar decisiones, donde todos tengan la posibilidad de postularse a cargos públicos sin que sea necesario poseer un aparato partidista pertenecer a una elite, o a una oligarquía, o a una mafia, o a la corrupción lisa y llana.
[1] Maria G. Fouraux Ideas para una introducción al derecho Pag. 3
[2] “…no puede existir superioridad alguna por naturaleza entre hombres ya que todos ellos sobresalen igualmente por su dignidad natural” Encíclica Pacem in terris
[3] Maria G. Fouroux Ob Cit pag 22
